Dormir en el desierto de Túnez: mi experiencia en una jaima ( Must)

Una de las experiencias que no te debes perder si viajas a Túnez es adentrarte en el desierto, el Sahara y dormir en él una noche en una jaima.

El desierto más grande del mundo que ocupa parte de hasta trece países con una superficie de más de 9.400.000 kms

Desde hace miles de años, los bereberes recorrieron el Sahara y fijaban sus asentamientos temporales en jaimas, una especie de tienda de campaña, pero con una tela muy gruesa de lana que protege del frío de la noche del desierto.

Como llegar al desierto de Tunez

La puerta de entrada al desierto de Túnez está en Douz. A unas 505 km de Tunez capital. Lo mejor es llegar haciendo una noche intermedia en Soussa, por ejemplo para que no se haga tan pesado el camino.

Douz es un pueblecito que esta lleno de souvenirs relacionados con el desierto y desde donde se pueden hacer actividades o comer durante el día. Douz es el principal acceso a los distintos campamentos de Jaimas con mayor o menor lujo, que hoy destinados al turismo existen en el interior del Sahara.

Para llegar a Douz, y el desierto de Túnez, es conveniente usar 4×4, sobre todo para llegar a los campamentos más adentrados, que cruzan por horas el basto desierto de arena fina.

Dormir en una jaima en el desierto de Túnez, o en cualquier otro, considero que es una experiencia que alguien debe vivir al menos una vez en la vida.

Era mi primera vez, pues por razones climatológicas no pude hacerlo ni en Jordania, ni en Marruecos, así que por fin Tunez, tendrá siempre un lugar muy importante en mi corazón. Supero todas mis expectativas. La paz y silencio del atardecer del desierto, anochecer con celebración alrededor de la hoguera, cocinar el pan, y bailar hasta bien entrada la noche, es algo que nunca podré olvidar.

Para elegir el campamento, y haciendo una prospección para poder viajar posteriormente con los grupos, he seleccionado varios tipos de jaimas, a decidir cual se ajusta más al tipo de experiencia que busques encontrar en el desierto de Túnez.

Dónde dormir en Jaimas en el desierto de Túnez

Tenemos todas estas opciones de campamentos, con más o menos comodidades, y para mi lo clave es la cercanía o no a Douz, el pueblo que es entrada.

Interior de las tiendas en un Campamento sencillo Bereber en Túnez.
El mejor valorado, las tiendas parecen auténticas habitaciones, con mesitas y sillón, pero a la vez conserva el auténtico calor bereber. Cena y desayuno incluida como en todos, con experiencia alrededor de la hoguera
Uno de los más lujosos y bien valorado (8,2 Booking). Experiencia altamente inmersiva por su localización dentro del desierto. Esto por su parte requiere al menos una hora y media para llegar al Campamento a través del desierto.
O Camp Wad Erramal, este el el Campamento al que fuimos nosotros, que todavía no tienen página web
Si te da cosa dormir en la tienda, por lo que sea, miedo a escorpiones, ruidos nocturnos, el querer ir al baño, etc, como ninguno de estos campamentos tradicionales incluyen agua, ni baño en el interior de las tiendas, puedes optar por estos alojamiento que son un poco más cómodos y hacer las actividades del desierto, sin necesidad de dormir en una tienda. Al final el viaje para cada uno se tiene que adaptar a sus gustos, y nada es mejor ni peor.
Puede ser que para familias por niños, o quien prefiera más comodidades, estos dos alojamientos sean una buena opción.
Si te alejas más de Douz,  podrás tener una experiencia más inmersiva, porque estarás literal en medio del desierto, y los más lujosos están precisamente alejados a más de 1 hora de Douz. No tendrás un sólo ruido, salvo que te ronque el viajero de la tienda de al lado.
Pero lo cierto es que el desierto es todo igual, es como cuando navegas una vez dejas de ver tierra firme, el mar tiene la misma experiencia visual, a 500 metros de tierra, que a 100 km; así que dependerá un poco del tiempo que tengas en tu viaje, para hacer el trayecto de ida y vuelta, perdiendo esas horas en llegar al destino. Lo que si es interesante es llegar a la hora del atardecer al desierto antes de que anochezca.
La época del año es importante tener en cuenta, también para calcular las distancias para llegar antes de que se ponga el sol.
El precio por noche en el campamento con cena y desayuno suele oscila sobre los 140-180 euros por tienda.

MI experiencia durmiendo en una Jaima en el Desierto de Tunez.

Llegamos justo al atardecer a Douz, antes de llegar al campamento, pensábamos hacer un paseo de una hora en Quad por las Dunas. Resulta que se habían pasado nuestra reserva que había hecho a través de un contacto por el forro, y finalmente estaban ocupados, y llegaban enseguida. Después de esperar un rato, preferimos dejarlo para el día siguiente, así que salimos pitando para ver el atardecer en medio del desierto, hasta el Campamento Was Erramal, que es el que elegimos, a 20 minutos del pueblo de Douz.
Llevaba mucho tiempo soñando con ese momento, dormir en una Haima en el desierto, por tres ocasiones se había frustrado, y por fin llegaba.
Entramos con el 4×4 surcando la arena, y ya veo todas las tiendas, nuestras jaimas (haimas) rodeando en círculo. Hormigueo en el estómago.
Cuando nos indican cual es la nuestra, y abrimos la cortinita, es tal y como había imaginado. Hay que confíar que no te entrará un piscopata por la noche, ni te robarán nada, porque no hay pestillo de ningún tipo, (aunque si unos crochetes para cerrar la tienda). No son frías y eso que estábamos a mediados de octubre.
Las haimas son sencillas pero tenían luz, que ya es mucho, aunque nada de enchufes para cargar los móviles, ni mesitas de moche. Los baños estaban en un edificio a unos 100 metros, eran comunes a compartir con el resto de jaimas y compartidos.
Aparentemente las camas parecían cómodas.  Sabía que no dormiría demasiado.
Me suele pasar la primera noche y si el sitio es un poco fuera de lo normal, ya cuento con ello.
El cielo empezó a cambiar de colores y volverse rosa, naranja y morado. Una locura. Mi amigo Carlos y yo salimos pitando de las jaimas.
Quería pasear descalza, tirarme por las dunas, sentir la inmesidad del desierto a cada paso.
Y hacer fotos, videos, para conservar ese recuerdo por siempre en imágenes, y que todo aquel que tuviera ganas de hacerlo, se pudiera teletransportar, y supiera que sus sueños se cumplen, y se hacen realidad. Aquí traigo algunas fotos
Cogí una rebequita (la primera que pillé..) erá bastante fría, pero de eso no me di cuenta hasta después de un tiempo. Pilla una cazadora mejor.
¿Sabes cuando la adrenalina, endorfina y todo que se le parezca y acabe por ina, comienzan a danzar como mariposas en el estómago?
Pues así ibamos, corriendo hacia lo infinito del desierto, sin destino ni plan, sonriendo, descalzos, hasta el mejor punto de la puerta de sol.
Cuando nos cansamos de andar, lanzarnos sentados en las dunas, y hacer fotos, contemple extasiada la primera puesta de sol en el desierto, dando gracias a la vida por darme la oportunidad de estar en ese lugar.
Como no queríamos que se hicera de noche para poder volver sin linterna del movil. Allí no hay farolas ni luciérnagas que te guíen de retorno hacia el campamento, no quiero pensar lo que debe ser quedarse allí en medio sin encontrar el camino de vuelta. Mejor no os la juguéis porque hay muy poca cobertura.
Por si acaso, volvimos antes de que todo estuviera oscuro absoluto, aunque decir que el campamento tenía una luz encendida la de la hoguera (que se apagaría al irnos todos a dormir)

La cena en el campamento

Me pareció un momento super íntimo, rodearnos con desconocidos alrededor de la hoguera mientras el sol desaparecía entre las dunas.
Allí, un bereber ( o por lo menos un señor caracterizado de bereber) amasaba y convertía una bola de harina en el conocido como «Jubz» o pan de arena, se tapa con arena y se pone bajo las brasas.
Tuve la oportunidad de hacerlo yo también y no era nada fácil. Pero esta delicioso.
Después de la ceremonia del pan, fuimos a comer dentro del pequeño edificio, una comida muy rica con pollo, verduras, y arroz.
En la mesa estábamos nosotros con nuestro guía, y una chica de Iran, que iba viajando sóla y la invitamos a unirse a nosotros. Todo lo que he aprendido de esa cena, donde un tunecino, dos españoles y una iraní hablaban de la vida y el mundo en general.

El baile

Esto sí que no me lo esperaba. Después de cenar, vamos a abrigarnos, lavar los dientes, y ordenar un poco la haima, ya que dabamos por hecho que luego estaríamos más cansados, y no tendríamos ganas.
Alrededor del fuego empiezan a sonar los timbales, con ritmos percusionados, mientras voces guturales invocan a la noche del desierto del Sahara.
Bailamos, y reimos de todos los países. ¡Qué divertido fue! porque cada uno improvisaba su baile en modo libre, y algunos, sobre todo una familia de franceses originarios de Túnez que habían vuelto después de 40 años a enseñar a sus hijos el país, inventaban bailes como los que pueden hacerse en una discoteca con misica teckno o con regetton, hasta congas de esas que se forman en las fiestas de los pueblos o bodas.
Por su puesto, disfrutones al poder, allí que estábamos bailando alrededor de la hoguera, dándolo todo, mientras unos bereberes de ojos negros azabache tocaban los tambores y cantaban no sabíamos muy bien el qué.
Dormir en jaima en desierto de Túnez.
Contemplando la llama del campamento en el desierto de Túnez
Fue un momentazo de unión, con gente que no conocíamos de nada. Y esto es lo bonito de viajar, compartir mesa y experiencia con otras personas que estan viviendo contigo unos instantes, que son únicos y serán recordados por siempre en tu memoria. Todos viviéndolo con la misma pasión.
Quien me iba a decir a mí hacía unos meses, que estaba con anemia y a punto de someterme a una operación, que estaría recuperada, y con todo el mundo puesto por montera, celebrando la vida en un remoto lugar de Túnez, bailando alrededor de una hoguera con nómadas bereberes en pleno desierto del Sahara.
De lo que más me gusto en mi viaje a Túnez, y creo que sí o sí, lo debes incluir en tu itinerario.

Actividades en el desierto de Túnez: Quad como alternativa al paseo con dormedarios en Túnez

A la mañana siguiente fuimos a hacer la actividad de los QUADS, había también la posibilidad de hacer el recorrido por el desierto con dromedarios, pero ya sabéis los que me seguís que no veo la necesidad de hacer actividades con animales y no me gusta participar de ellas en los viajes.
Me pareció divertidísimo, también fue mi primera vez, hasta ese momento nunca me había atrevido. Quiero decir que tampoco era Carlos Sainz, y como pesaba mucho alguna vez no medí el acelerador y casi me como una duna. El guía que iba por delante de nosotros me riñó, pero juro que no lo hice adrede, si a mí en los puertos de montaña me adelantan los camiones…simplemente le estaba cogiendo el tranquillo y al acelerar si no calculas, eso sale disparado.
Después de una hora tenía todas mis partes dormidas y agujetas en las manos, menos mal que no duro mucho más de una hora. Aunque me encantó para mi con esto fue suficiente.
Precio: A nosotros nos costó 30 euros por persona contratándola directamente allí con el receptivo de confianza que tenemos.
Actividad en Quad por las Dunas como alternativa a los dromedarios
Y ya desde Douz y su desierto, tomamos rumbo al siguiente destino del viaje a Túnez, para iniciar nueva aventura en los alrededores de Tozeour, esta vez con paisajes de oasis, lagos salados y escenarios de película, pero eso ya os lo cuento otro día.

¿Viajar a Túnez por libre?

Las carreteras en Túnez, son mucho mejor de lo que imaginé, sobre todo si se comparan con algunas partes de Marruecos, o Egipto, con lo que puedes alquilar un coche, eso sí con 4×4 y hacer perfectamente el viaje por libre.  Si que hay algunas carreteras de tierra, pero si vas despacio no deberías de tener mucho problema porque no hay mucho tráfico.
Si por el contrario, no te gusta conducir fuera de Europa y quieres que te ayudemos a organizar el viaje a Túnez con chofer, y guía, que te lleve a los puntos icónicos de Tunez, puedes escribir a hola@lexgotrip.com
Quizá incluso te puedes unir a uno de los viajes en grupos reducido que están previstos para 2.025 y nos vemos allí.
Por libre o acompañado, no tengo duda que dormir en Jaimas, es una experiencia que sí o sí debes vivir en tu viaje a Túnez.
¿Has dormido alguna vez en una jaima? Déjame en los comentarios tu experiencia!
XoXo
Pilar On Board.

 

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Pilar On Board

2 respuestas

  1. Hola! Cómo reservaste con el campamento donde tu te quedaste? Solo veo cuenta en instagram pero no mas opciones de contacto. Gracias.

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